lunes, 11 de agosto de 2014

"...hay algunos que se cansan en saber y averiguar cosas que... no importan un ardite al entendimiento ni a la memoria."


Una lectura inútil: la guía telefónica, novela con muchos personajes.


Segunda parte del  comentario al capítulo 2.22 del Quijote, publicado en "La acequia", en la entrada titulada "El amor con pan, un erudito loco y una cueva", correspondiente al día 5 de noviembre de 2009.

Soy el innominado primo del innominado licenciado.

Alguien me saca del limbo en el que vivo, con otros personajes secundarios del libro titulado “El ingenioso caballero don Quijote de la Mancha”. Allí están los dos barberos, el canónigo, los dos bachilleres, doña Cristina de Miranda, el cura de las bodas de Camacho…Ese alguien… da golpecitos a una cajita con letras y me pide que me presente ante vuestras mercedes. Así lo haré: soy el innominado primo del innominado licenciado, de aquel que mostró ser tan diestro con la espada, en un capítulo anterior, dando una lección de esgrima, y de humildad, al bachiller Corchuelo. 

Don Quijote pide un guía para llevarle hasta la cueva de Montesinos y las lagunas de Ruidera. ¡Un auténtico oasis en mitad de la Mancha! Mi pariente conoce mi afición a esos parajes y pensó que yo sería un buen guía. Díjole a don Quijote que iría muy entretenido conmigo, que sé hacer libros, no libros cualquiera, libros para príncipes…

Nos pusimos todos de camino: Don Quijote y el rocín, Sancho y el rucio, la pollina preñada y yo.

En el camino, don Quijote me preguntó por mi profesión, ejercicios y estudios. Mi profesión es la de humanista, mis ejercicios y estudios consisten en componer libros para la estampa; pero no libros cualesquiera, libros de gran provecho y entretenimiento. ¿Cómo podrán los cortesanos regocijarse en sus fiestas sin mi libro de las libreas? En sus amenas páginas tienen setecientas y tres para escoger, sin alambicarse el celebro. 

¿Y qué me dicen de mi libro de Metamorfóseos? La verdadera identidad, sin metamorfosis, de la Giralda, el ángel de la Madalena, el Caño donde desembocan los pises de Córdoba, los toros de Guisando, la Sierra Morena y las más famosas fuentes de Madrid… 

¿Y mi libro de la invención de las cosas, ése que llamo Suplemento a Virgilio Polidoro? No entiendo cómo se puede vivir sin saber quién fue el primero que tuvo catarro en el mundo. ¿Y el primero que se untó pomada para la sífilis?

Sancho quiere saber si fue acaso Adán el primero que se rascó la cabeza. Le contesto echando mano de mi gran erudición: si Adán fue el primero que tuvo cabeza, se rascaría. Este rústico está dispuesto a no dejarme en paz y me pregunta ahora quién fuel primer volteador, le digo que tengo que investigarlo…y burlonamente me replica que no me tome el trabajo, que ha caído en la cuenta de que fue Lucifer, cuando le echaron del cielo, el primero que volteó hasta los abismos. Este porro…le tengo que dar la razón, por no romperle la crisma. 

Don Quijote le dice que tal pregunta y respuesta no es suya. El escudero se enfada y replica que para preguntar y responder necedades, no necesita ayuda de nadie. ¿Necedades? ¿Qué dice este analfabeto? Y don Quijote contesta que hay algunos que se cansan en averiguar cosas que no importan… ¿A quiénes se referirá ¿Quiénes trabajan tan inútilmente?

(Continúa)

Un abrazo de:

María Ángeles Merino

Copiado de "La arañita campeña"
http://aranitacampena.blogspot.com.es/2009/11/hay-algunos-que-se-cansan-en-saber-y.html

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