sábado, 23 de agosto de 2014

"...desde la punta del espinazo hasta la nuca del celebro le dolía de manera que le sacaba de sentido."(1)


Lámina que explica lo que le duele a Sancho.

Tomo mis hojas desgajadas de mi viejo Quijote de Austral, ya estaba viejecito y, al abrirlo, me he quedado con varios capítulos en las manos. ¡Qué idea! Ya tengo un Quijote portátil, algo que pueda llevar a todas partes, en mi bolso. Que el de Rico pesa...

Primera parte del comentario al capítulo 2.28 del Quijote, publicado en "La acequia", en la entrada titulada "El diálogo y el sueldo del escudero", correspondiente al día 17 de diciembre de 2009.

De cosas que dice Benengeli que las sabrá quien le leyere, si las lee con atención.

Tomo mis hojas desgajadas de mi viejo Quijote de Austral, ya estaba viejecito y, al abrirlo, me he quedado con varios capítulos en las manos. ¡Qué idea! Ya tengo un Quijote portátil, algo que pueda llevar a todas partes, en mi bolso. Así que hago la primera lectura del capítulo en un autobús... En casa, consultaré la versión digital del Centro Virtual Cervantes, me gusta “pinchar” en las anotaciones…

Leo el título, son las cosas que dice Benengeli, las sabremos si las leemos con atención. Comienza en tono sentencioso: “Cuando el valiente huye, la superchería está descubierta y es de varones prudentes guardarse para mejor ocasión.”. *Aquí el texto de CVC lleva una anotación que remite, con un asterisco, a otra. Y me encuentro lo siguiente: “Eisenberg conjetura que este recurso a la sentencia para abrir capítulo supone que C. retomó la redacción del Q. aquí, después de abandonarla durante varios años. “ 


Así que, según ese especialista, me encuentro ante la línea del dobladillo. Imaginemos: Cervantes recupera sus manuscritos arrumbados en un cajón, echa un vistazo sobre ellos, coge la pluma y escribe la frase sentenciosa, ahora te vas a enterar, Avellaneda…

Y tropiezo con la palabra superchería, no me cuadra aquí. El diccionario de la RAL, da un significado en desuso: “Injuria o violencia hecha con abuso manifiesto o alevoso de fuerza”. ¡Eso es! Que el “indignado escuadrón” ha abusado manifiestamente, y alevosamente, de su fuerza. Ya lo creo que sí, me lo “santiguan “con un palo, en sus ya vapuleadas espaldas. Me lo colocan atravesado sobre su jumento, casi desmayado y me lo mandan con su fugitivo amo. Gracias a Dios, el buen rucio está acostumbrado a seguir al sufrido Rocinante.

Llega junto a su señor y se deja caer del rucio. Se apea don Quijote y, al no encontrar heridas visibles, incomprensiblemente monta en cólera y lo reprende por rebuznar, en un ambiente tan hostil a los rebuznos. Y sigue con unas ingeniosidades verbales algo crueles, dadas las circunstancias: el alfanje haciendo el “per signum crucis” y el palo como contrapunto musical al roznido. ¿Era aficionado Cervantes a la música?

Sancho no está para hablar, no rebuznará más pero no dejará de recriminarle la cobarde huida, dejándole en manos de sus moledores.

¿Y cómo se defiende don Quijote de los justos reproches? El caballero andante manifiesta que “no huye el que se retira”, siendo temeridad la valentía imprudente, que las hazañas del temerario son producto más de la buena suerte que de sus méritos. Él no ha huido, se ha retirado como tantos valientes que han esperado mejor ocasión.

Este Cide Hamete quiere defender lo indefendible ¿Valiente? ¿Dónde está nuestro don Quijote que arremetía contra unos desaforados gigantes? Cobarde, tacaño, carente de empatía y chantajista emocional. Así lo vemos en este capítulo. Sigamos, que se van a emboscar.

(Continúa)

*Para ser mujer y prudente, en aquellos tiempos, había que ser la María de Molina de "La prudencia en la mujer", de ese fraile jovencillo: Tirso de Molina.

Un abrazo de:


María Ángeles Merino

Copiado de "La arañita campeña", de la entrada con el mismo título.

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