sábado, 14 de septiembre de 2013

El burro Guadiana y absolvamos a Cervantes

Comentario al capítulo 1, 23 del Quijote, publicado en "La acequia", en la entrada "Un lío de imprenta del tamaño de un asno y un loco encuentra a otro loco ", del día 16 de octubre de 2008.



Ea, le perdonamos lo del burro. El Quijote es tan grande que don Miguel queda absuelto...Si fuera un escritor de nuestros días…sería presa de furibundas páginas web, no sé qué de fieras literarias, que andan a la caza de gazapos, por supuesto de los escritores o escritoras que no son de su cuerda. Las he descubierto hace poco… ¡Con lo políticamente incorrecta que era su finísima ironía!

Cuando en el Quijote se habla del Quijote, en el capítulo XXVII de su segunda parte, Cervantes se defiende alegando que ese desliz fue “por culpa de los impresores”, lo cual “ha dado en qué entender á muchos, que atribuían á poca memoria del autor la falta de emprenta”. Francisco Rico, en “El texto del Quijote. Preliminares a una ecdótica del Siglo de Oro” (Ed. Destino, 2006), nos describe el engorroso proceso de impresión de la época que justificaría muchos errores y omisiones importantes.

Pero este capítulo es mucho más que el burro Guadiana. Vemos a Sancho feliz, gracias a los escudos de la maleta, dar por bien empleados los vuelos de la manta, los vómitos del brebaje, las estacas, los puñetazos, el hambre, la sed y el cansancio. Estas monedas serán la única paga en metálico que Sancho reciba, en esta primera parte. Le permitirán justificarse ante su mujer, sola en la aldea. Los escudos del pañizuelo saldrán a relucir mucho más adelante, cuando en el Quijote se hable del Quijote…

Por primera vez, nuestro hidalgo actúa con prudencia, ante la eminente presencia de los dardos de la santa Hermandad; pero… que nadie sepa que”yo me retiré y aparté de este peligro de miedo”. Se retiran a Sierra Morena y allí se van a encontrar con otro loco, éste por penas de amor, el “Roto de la mala figura” que todavía no nos ha dicho su nombre. Tal vez esté inspirado en algún otro demente que vio el niño Miguel, acompañando a su padre en su labor de barbero-cirujano-curatodo. No nos ha dicho su nombre, pero sí el de su odiado Fernando. No adelantemos acontecimientos…Hasta el próximo capítulo.

Un saludo a Pedro y a todos los que visitan su blog

Pedro Ojeda Escudero contesta:

ABEJITA: absuelto quede, por lo tanto. Es cierto, hay muchos por ahí que intentan busca cosillas sin importancia en las grandes obras para rebajar su valor.No adelantemos acontecimientos. Me ha gustado lo del burro Guadiana, el pobre va muy ajetreado tanto aparecer y desaparecer. En efecto, en este capítulo hay cosas usadas como le gustan a Cervantes: que ayudan a engarzar los capítulos.


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